Los 5 mandamientos del fallo

Me he equivocado tantas veces que decidí escribir estos 5 mandamientos con la idea de tenerlos siempre presentes. Si llego a tener hijos algún día, definitivamente estas serán algunas de las lecciones que trataré de compartirles.

A lo largo de nuestra vida todos nos vamos a equivocar. Mucho y seguido. Errores grandes y errores pequeños. Algunos de ellos se repararán fácilmente; otros no se arreglarán del todo nunca. Son inevitables. Al hacerlo sirve recordar estos mandamientos:

DETÉN LA CAÍDA LIBRE - Es normal que en medio de una situación de estrés, dolor y tristeza generada por una equivocación queramos tirar la toalla y dejarlo todo. No lo hagas. Una vez que haya pasado la tormenta tendrás que empezar a salir del hoyo y es mejor que este sea lo menos profundo posible.

SABEMOS QUE ESTÁS DECEPCIONADO -  Seguramente muchas personas que confiaron en ti también lo están. Lo primero es levantarse. Comienza a reparar el error lo antes posible. Entre más se espera de ti, es probable que peores sean las críticas al equivocarte.

APRENDE Y PREPÁRATE - Todos los errores son experiencia, vendrán otras oportunidades de hacerlo bien. Asegúrate de hacer lo necesario para que no te vuelva a suceder el mismo error.

NO TE CRUCIFIQUES - Nadie recuerda nuestros errores tan vívidamente como nosotros mismos. Una vez que haya pasado, no hay que darle demasiadas vueltas al asunto. A lo que sigue.

VUELVE A INTENTARLO - Y cuando lo intentes nuevo y ganes. Mantén los pies en el suelo. Disfruta la victoria sin arrogancia ni excesos. Habrán más oportunidades para hacerlo bien – y mal de nuevo – .