Gut gespielt Mexiko

Minuto 93: La cámara enfoca al arbitro, quién marca el final del encuentro. Cualquier incauto que no este pendiente a lo que está sucediendo en el terreno de juego juraría que la selección mexicana acaba de ganar la copa del mundo, y no es para menos. Vencer al actual campeón del mundo por primera vez en la historia no se logra todos los días.

Los jugadores se funden en un abrazo eufórico, en casa las familias hacen lo mismo.

Inmediatamente viene a mi mente un pensamiento que he venido repasando y no encontraré mejor momento para expresarlo que este. Es momento de que todos creamos que esas categorías donde nos han encasillado no son una realidad. Que la realidad es la que nosotros queremos que sea, la realidad es aquella que construimos todos los días.

¿México está para campeón del mundo? Ya no creo en los imposibles, creo que México está para ser potencia mundial en muchos otros sentidos, no solamente en el fútbol.

Cómo lo dije hace algunos años: Lo tenemos todo para ser una referencia y podemos jugarle al tú por tú a cualquier nación del mundo, claro que con muchísimo trabajo y la garra que nos caracteriza podemos cambiar nuestro entorno.

Es momento de tomar decisiones inteligentes y seguir formando el país en el que todos queremos vivir. Confío en que esta sea la primera de muchas victorias que nos regale nuestro país en los días siguientes.

El día de hoy toda la gloria es para México y hay que disfrutarla, pero no hay que olvidar que nuestros hermanos de Alemania estuvieron sobre nosotros gran parte del partido y tenemos aún mucho que aprenderles.

Después del festejo vamos de nuevo a poner los pies en la tierra y a ponernos a entrenar, vamos a hacerle frente a nuestros retos particulares, vamos a volvernos disciplinados y honestos, vamos a presentarnos temprano a trabajar.

Comenzar a creer es el primer paso, actuar en consecuencia es el siguiente.

¿Se siente bien ganar, no? Entonces hagamos de la victoria algo recurrente y del triunfo algo inevitable.

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